Monday, January 18, 2010

Escribiendo con cólera y estrés de la vida.

A través de nuestras vidas continuamente tenemos sueños, retos, triunfos, anhelos, ambiciones, caídas, batallas perdidas y derrotas; pero casualidad o ley de la vida, la mayoría de nosotros experimentamos el sabor amargo de estas segundas experiencias: sueños quebrantados, desilusiones tanto en el campo profesional como personal, sin por supuesto claro las inevitables “desilusiones amorosas”. Si, esas con las que desafortunadamente entendemos el por que de aquel dibujito de un corazoncito roto a la mitad, el que vimos desde que éramos niños; y con el que descubrimos el dolor tanto físico como del alma cuando tenemos nuestro corazón roto. Ese dolor que como dicen es simplemente un ensayo de la muerte.
Pero, ¿como hacemos nosotros, los simples mortales para saber como enfrentar ese dolor? ¿Como sobrellevar esas desilusiones? ¿Como levantarnos de esas derrotas? Me imagino que han de estar pensando: “Hay que ser positivos”, “Hay que leer un libro de motivación”, “Levantarnos con fuerza y fortaleza no importa cuantas veces caigamos” o “Pedirle a Dios que nos ayude” Etc. Etc. Y sí, personalmente he experimentado y llevado acabo todas esas técnicas; lo que no entiendo es que todos los consejos son para “Hasta después de los sucesos” y no para prevenirlos, o para no sufrirlos!!
Seria increíble que alguien inventara una pastillita o gotitas para no sentir ese dolor; ese dolor del alma, para no sufrir desengaños, no tener sueños tontos o nunca tener derrotas solo triunfos… Y si ya se han de estar pensando “Si pero con esas experiencias uno aprende y te hace mejor persona” y blah, blah, blah… Y yo me pregunto otra vez: ¿Y por que uno no aprende desde pequeño? ¿Por que uno no es mejor persona desde siempre? ¿Por que no mejor nos enseñan desde la primaria? Deberían incluir en las clases de literatura cosas como: “No. El Príncipe Azul No existe”, “¡A Caperucita Roja, Sí se la comió el lobo, por bayunca!”, “Como no ser un pendejo en la vida” o “La lotería y nacer millonario son uno en un millón; y No, ¡No sós vos! Si no, no estuvieras leyendo esto!”
Eso cosas así nos ayudarían mucho, en vez de ponernos a leer el cuento de la cenicienta, o el de la bella y la bestia (Aunque ese es algo cierto, por que hay un montón de bestias con bellas que te hacen dudar si la que es más bestia es ella y no él). En fin deberían prohibir todas esas revistas como Vanidades, que solo hablan de la realeza y otras pendejadas; o tv y notas que solo hablan de chismes de la farándula, que ¿a quien diablos le importa la vida de Thalía o de la Pau?. Deberían ser revistas de las personas desnutridas de África que necesitan ayuda, que claro si nos fijamos no hay mucha diferencia con las modelos anoréxicas y bulímicas que nos venden en todas las portadas, modelos de talla “cero” (Por cierto la última vez que fui a un almacén ví que ya hay talla ½!!! Ósea 0.5)
En resumen: Vivimos en un mundo podrido y sin darnos cuenta formamos y contribuimos a ser parte de esa pudrición. Ya sea consciente o inconscientemente, por eso yo les pregunto otra vez: ¿Y como no voy a escribir con cólera? Así que gracias por su atención y su tiempo por que escribiendo este último párrafo satisfactoriamente mi estrés se ha minimizado.